Resumen
La mayoría de las sociedades humanas desarrollaron relaciones de respeto e incluso de adoración con la naturaleza. La biodiversidad del planeta experimenta una fuerte crisis cuyos orígenes radican en el modo de relación establecido por la sociedad industrial con el mundo natural. Esta situación ha llamado la atención mundial y ha justificado la creación de áreas silvestres protegidas para mantener muestras representativas de la biodiversidad. Sin embargo, la conservación biológica y la ética ambiental no se pueden separar de la justicia social. Debido a ello, las áreas protegidas deben ser un componente vital de cualquier estrategia de conservación y a la vez servir de hospedero de otras necesidades sociales, culturales y económicas. Se reconoce que las áreas protegidas pueden ser fuentes de importantes beneficios económicos, por lo que pueden ser un aporte significativo a las economías locales. La Reserva Biológica Uyuca (RBU) es una pequeña área protegida creada en 1985 que ocupa la porción más alta del cerro Uyuca a 15 km al oriente de Tegucigalpa. Desde 1948, Zamorano ha trabajo en pro de la conservación de la biodiversidad de todo el cerro Uyuca. El manejo actual de esta reserva está a cargo del Departamento de Ambiente y Desarrollo (DAD) de la Escuela Agrícola Panamericana. La RBU ha sido establecida legalmente para limitar el alcance de la conversión de tierras dentro de su área delimitada. Hay 10 aldeas que se beneficien directamente del agua de la RBU, pero la presión y demanda está en aumento. Recientemente, el DAD elaboró un nuevo plan de manejo para la RBU que cumple todos los requisitos del Instituto Nacional de Conservación Forestal de Honduras. El nuevo plan provee los principios necesarios para el manejo adecuado de la RBU y permite la participación de la sociedad civil en la elaboración de este elemento clave según los lineamientos del sistema nacional de áreas protegidas.