Tendencias y desafíos globales para la educación agrícola hacia el siglo XXI

Resumen

Sólo podrán hacer una agricultura rentable y competitiva los productores que introduzcan innovaciones tecnológicas, gerenciales y organizativas para incrementar en forma muy significativa los actuales rendimientos y para volverse mucho más eficientes en todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Sostiene que es virtualmente imposible lograr dicha modernización en forma equitativa, a través del modelo clásico basado en decisiones políticas, créditos, subsidios y proteccionismos; afirma que los gobiernos, aunque quisiesen no podrían hacerlo, entre otras razones, porque no disponen de los recursos en cantidad suficiente para proporcionarlos a la totalidad de los agricultores. Ante esta real restricción propone enfatizar la aplicación de soluciones agronómicas y zootécnicas, centradas en el factor conocimiento (tecnologías compatibles con los recursos que los agricultores realmente poseen y capacitación) como alternativa para contrarrestar la insuficiencia e ineficacia de los factores clásicos de modernización antes mencionados; aclara que esta alternativa exige la formación de profesionales de ciencias agrarias más pragmáticos y realistas que tengan los conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan solucionar los problemas de los agricultores a través de medidas compatibles con los recursos existentes en sus predios. Ello significa poner más énfasis en los insumos intelectuales que en los materiales; adicionalmente significa que los referidos profesionales al ser los detentores de los insumos intelectuales, deberán asumir un mayor liderazgo y protagonismo en la revolución productiva y gerencial que está requiriendo la agricultura del mundo moderno. El presente documento describe el perfil que deberían tener estos profesionales y las medidas que las facultades podrían adoptar para que los egresados respondan a las actuales necesidades y desafíos del sector agropecuario.

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